Cualquier persona que huya de la guerra o de la persecución, tiene derecho a solicitar asilo en la Unión Europea. Sin embargo, en los últimos años, decenas de miles de solicitantes de asilo han sido brutalmente expulsados de las fronteras de Europa. A veces incluso con la ayuda de la agencia de fronteras y guardacostas de la UE, Frontex.
Estas acciones ilegales, atribuibles a países de la UE como Croacia, España, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Malta, Polonia y Eslovenia, implican amenazas, violencia física, agresiones y abusos al detener o transportar a los refugiados. Los migrantes son abandonados en sus barcos o arrojados por la borda esposados. Miles de personas han muerto a causa de ello y a muchas más se les ha negado el acceso a un procedimiento de asilo, sin que se hayan examinado seriamente sus motivos para solicitar protección.
La Comisión Europea hace la vista gorda ante estos terribles actos en nuestras fronteras.
En lugar de llevar a estos Estados miembros ante el Tribunal de Justicia de la UE, la Comisión lo apoya financiando a los países que realizan estas prácticas inhumanas utilizando los Fondos de Asilo y Migración de la UE. El objetivo de estos fondos, garantizar el respeto de la legislación de la UE y de los valores europeos, queda entonces completamente desvirtuado.
Esto debe terminar. Ningún fondo de la UE debe utilizarse para financiar violaciones de los derechos humanos en nuestras fronteras.
Los Verdes/ALE piden urgentemente a la Comisión, en particular al vicepresidente Margaritis Schinas y a la comisaria de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, que congelen los fondos destinados a los países implicados en las devoluciones en caliente en las fronteras y que condicionen la nueva financiación para el asilo y la migración al respeto de los derechos humanos.
La Comisión Europea puede utilizar el conjunto de herramientas que ofrece el estudio encargado por el grupo de los Verdes/ALE para introducir estas condiciones para la liberación de fondos. (Lee nuestro estudio aquí...)
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